La obra de Paula Calavera, “Los estados de la pintura” surge de la reutilización de sus propios residuos como pintora y muralista. La pieza se presenta como un collage o ensamblaje de fragmentos de pintura seca, de diferentes colores, formas y texturas, en una superficie de 2,5 x 2 metros.
Desde que Paula inicia su andadura en la pintura de gran formato comienza a interesarse por la pintura seca que queda en las paletas, bandejas y cubos recipientes, entendiendo este residuo como materia plástica, de gran impacto estético y con mucha carga simbólica, guardando como pequeños tesoros algunos de estos registros o fósiles de pintura.
Hay multitud de calidades de pintura y se aprecia una gama de color que pueden relacionarse con sus proyectos murales presentes en la isla ya que varios de estos restos de color texturados son residuos directos de la propia trayectoria de la artista como muralista desde 2014.
También aproximadamente la mitad de estás láminas de pintura han sido generadas durante su investigación artística de 10 días en el laboratorio de Barroso donde ha podido profundizar y experimentar en estos comportamientos de la pintura en mal estado, hasta lograr convertir mucha materia contaminante, desperdicios y excedentes de color en una obra con autonomía.
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