La obra Todo vuelve, de Betris Cobo nos habla sobre el trato que le damos a los océanos. ¿Que nos da? ¿Que recibe? Está claro que esta es una relación tóxica en la que debemos pensar. En esta intervención las manos nos entregan lo que el océano recibe.
La pieza consta de estas tres esculturas de hormigón; manos que muestran plásticos y residuos recogidos en las costas de Tenerife y la fauna marina local que se ve afectada por ellos. Para realizar las manos se han creado unos moldes de alginato con la técnica lifecatching, se saca molde de las manos reales. Luego ese molde se rellena de cemento. Los peces se han hecho en masilla y luego pintados mientras que los plásticos y residuos están aglutinados con resina.
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